Escrito por Eduardo M Romano el 18 diciembre, 2021
Sabía que algo andaba faltando
en el recuerdo que guardaba
de ese episodio
que le había dejado una marca indeleble.
En cada ocasión en la que intentaba rememorarlo,
se enfrentaba, para su pesar ,a lo mismo.
Un lugar en blanco. Un espacio mudo.
Un borde que resultaba imposible atravesar.
Una frontera hecha de tinieblas,
en la que se hacían sentir distintos signos
que anticipaban lo inquietante.
Lejos, demasiado lejos aún estaba el encuentro
con esas palabras
capaces de dar vida e inscripción a ese vacío
que se aferraba a su historia.
Si tan solo( se preguntaba),existiera una escucha
que permitiera detener por un instante
la furiosa marcha el tiempo…
…como para introducir el impasse necesario
que pudiera darles algún nombre
a ese entramado de escenas,
que a destiempo
se empecinaban en conjugar
muchos de sus tiempos Presentes,
con los dialectos del Pasado,
apelando
a las frescas sintaxis del Ahora.
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