Escrito por Eduardo M Romano el 8 enero, 2022
Singulares e irreductibles
en su aparente insensatez e incoherencia.
Fragmentos que van y que vienen.
Avanzan , giran, retroceden, confrontan,
o establecen efímeras alianzas.
Sus derivas y sus improntas,
(de apariencia embarullada y jeroglífica),
dicen en sus propios dialectos,
nuestros entrañables asuntos.
Repiten, incansables,
escenas pobladas de personajes
que musitan susurros
e insisten en eso de buscar
sus íntimos imposibles.
Así vuelven a rodar
historias
que nos habitan e insisten con nombre propio.
Hablando, entre brumas,
sobre unos apegos primeros
cuyos ecos,
aún pueden escucharse.
Entretanto , como desentendidos del asunto,
siguen tejiéndose los anhelos…
….echando a rodar los nuevos dramas.
Para quebrar,
a pesar de las advertencias,
éste y aquél otro
ideal, espejo
o contrapunto.
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