Escrito por Eduardo M Romano el 30 enero, 2022
Aparentes sinsentidos,
acostumbran esconder verdades
que cada quien dice a medias,
silencia, deja entrever, singulariza
o bien reprime a su modo.
Son peculiares los tiempos y las formas
en las que pueden asumir sus arribos y sus retornos.
Así las cosas,
algo tan extraño como eficaz en cuanto a su poderío,
se va instalando en Nosotros.
Capaz,
tanto de vociferar con sus reclamos,
como de imponer silencios
que aplastan con sus inercias.
Entonces, una saga de sinuosidades y entreveros
emanan de eso que se nos ha ido convirtiendo
en un íntimo extraño.
Así, se van sucediendo las escenas, los abismos,
los apegos y los desencuentros.
Los sueños que se repiten
y las temibles apariciones nocturnas.
Las vivencias que se las palpita plenas,
y otras que transcurren como de reojo
y vistas desde afuera.
En ocasiones,
como el impetuoso deseo que se anhela.
Pero en otras,
como el pesado silencio
que lo rodea.
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