Con la Libido y el Inconsciente el Vocabulario cobra vida.

Escrito por Eduardo M Romano el 16 septiembre, 2011

Hacen vecindad y producen frontera

Inconsciente y Razón Simbólica
Hacen vecindad y producen en cada época cultural, frontera,
unos limites colectivos que cada quien singulariza.
El Inconsciente  es pulsar hacia eso nuevo e ignoto
y al mismo tiempo, huella, repetición y retorno.
No es una especie de vitalismo endógeno, que puja solo y para adelante.
A Freud no le importó fundar ningún nuevo Iluminismo.
Instituyó un fragmento de  verdad,
A partir de lo cual,
Nada, pero nada ,
volvió a ser lo mismo.

No sirve si no es Muchos

Un escritor cuando escribe,
No sirve para nada si no es muchos.
Y eso que nombro “muchos” no es algo abstracto, ni en el aire, tampoco está dicho por compromiso, ni por simple cortesía.
Un escritor es muchos, porque en eso, como enunciador, le va la vida.
Porque no existe , que yo sepa, otra forma de captar y darles la palabra,
A tantas miradas dispares
Y a tantas escuchas diversas.

Con la Libido y el Inconsciente,  el vocabulario cobra vida.

Una literatura menor ,si ustedes prefieren, una de la periferia, pienso por ejemplo, en la de Beckett, Joyce, Kafka o Macedonio, por nombrarles unos pocos, están llenas  de Inconsciente, libido, goces y deseos por todos y cada uno de sus costados.
Freud nos enseñó que todo el vocabulario, se enciende y cobra vida, con el Inconsciente ,el deseo y la libido. Porque sólo con el elevado intelecto y las excluyentes abstracciones, en los asuntos de la subjetividad, no se va a ningún lado.

Kafka y la Máquina

Al estudiar la obra de Kafka, Deleuze habla de la maquina mecánica y cosificada y de otra que ademases capaz de encarnar en dispositivos micropolíticos y sociales.
Describe en estos casos un personal humano, con extrañas piezas, y engranajes, también humanos, y capaces de hacer circular intensidades y flujos, que incluso superan  los de las mecánicas aisladas.
Pero en lo que respecta a la humana subjetividad, el Psicoanálisis plantea que incluso eso que parece una máquina abstracta y mecánica ,como en aquello otro capaz de devenir social dispositivo, aunque no lo parezca ,hay Inconsciente y Libido, inscribiendo los goces y deseos, las intensidades, animando los argumentos y las historias  y las palabras. En eso que parece abstracta maquina o dispositivo, si de la subjetividad humana se trata, también hay  Inconsciente, también goce, deseo y libido.

Las “penas por algo”

Al abordar el síntoma,
Freud interpuso el Inconsciente, la Libido, el Deseo y la Censura.
Así fue capaz de dar cuenta de esas misteriosas
“penas por algo” de las que habla Shakespeare.
Para la Conciencia, vanas penas insensatas..Burdos espejismos de una “nada”
a las que Freud, sin embargo,
tomó muy en serio.
Entonces pudo entrever,
como palpitando entre la bruma,
una lengua enredada y jeroglífica
a la que le prestó escucha
y la hizo
Palabra.

Lo bueno pasaba siempre en otro lado

Insistía una y otra vez, casi como el que  tiene una idea fija
Que lo suyo era poca cosa,
Y que lo mejor, lo bueno, lo insuperable,
Transcurría siempre en otro tiempo y en otro lado,
Y que a él , obvio, las cosas buenas y “grosas“, le pasaban todas de costado.
Siempre tenia esa insistente sensación
Que algo faltaba en su vida cotidiana.
Poco y nada lo animaba en esa
 rutina segura ,lenta y consabida que ocupaba todos y cada uno de sus días.
Por adentro se decía que nada de eso que tenía ,a él le alcanzaba,
porque lo habían preparado para mucho más
para eso que sublime,
Es capaz de despertar la envidia de todos.
Solo faltaba que ese encuentro
único, ideal, absoluto
(ese que justo no existe)
de una vez por todas,
se le presentara.

Las cosas no son las mansas ni las quietas

El azar y el accidente, se nos aparecen
sin anunciarse y sin protocolos.
Irrumpen porque irrumpen
y nos hacen caer en dolorosa cuenta,
que las cosas no son las quietas, las mansas, las predecibles
ni las lineales
Tampoco son las mismas que aparecen iguales, sólo que
un poquito más tarde y más adelante.

Unos cotidianos Invisibles.

Lo imprevisto nos atraviesa
Y golpea tan fuerte,
que hace que cobren vida
unos cotidianos invisibles : aquello que fluctúa, eso que retorna,
lo otro que no avisa.
Me refiero a esa prepotencia que desnuda un deseo ,un goce y una palabra,
Para volverse novedad,
Haciéndose diferencia en
Alguno que otro deseo, alguno que otro goce u
Y alguna que otra palabra

No es Intencionalidad oculta ni vitalista.

El  Inconsciente no es una intencionalidad oculta, originaria, vitalista ni tampoco primera, que portaría algo así como una especie de verdad, una ,inmutable y Toda. El Inconsciente no es vitalismo ingenuo ni una especie de engrendro que tiene la “precisa”.
Olvídense de esto tan bizarro, y sacúdanse , se los ruego, la resaca del endogeneísmo y la filogenia hiper determinista. También Vacíen ese retrógrado Ello “caldero” . El Inconsciente no calcula ni juzga en planos profundos  ni oscuros.
Humilde, sin alarde pero sin respiro, “sólo” desplaza y condensa ; y con eso hace lo suyo, que no es poco. Todo lo otro, eso que atañe a la producción cultural de sentidos, es asunto de sus interjuegos , bordes, fracturas, goces y entreveros, también de las segmentaciones ,los vacíos , las líneas de fuga y los agujeros, que se dan continuos, inciertos entre el Inconsciente, el Reconsiente y la Conciencia. Esto incluye además de la imagen , la palabra , los mandatos y  sus atendibles razones, engaños, ilusiones, rumores y prejuicios.

No hay Complejidad sin Inconsciente y Libido.

Multiplicidad, rizoma, fluctuación, incertidumbre ,flujo maquínico y hasta literatura menor.
Todas brillantes puntuaciones de Deleuze, las pienso inseparables del Inconsciente, la libido ,los goces y el deseo.
Sino estaríamos ante un recliclado Iluminismo
con cara de  Complejo, diferente ,nuevo…

Al Inconsciente le sale cambiar de eje  a cada rato

Al Inconsciente le sale, hacer torsiones, pliegues y cambios de ejes a cada rato.
Condensación y Desplazamiento son los nombres refinados de algo que no es sino  ajetreo  lengua afuera, sudor, goce y rejunte. Que en algún otro registro se las arregla (no me pregunte cómo ) para vestirse con ropas un poco más presentables ,dejándonos, como mas cómodos y hasta yo es diría que más tranquilos, haciéndose Simbólico sentido cotidiano.

 También  en los bordes maquínicos.

Un dispositivo no lo pienso idea abstracta ni pura.
Dice Deleuze al estudiar a Kafka ,que la letra K ,
Mas que a un personaje ,designa  a un dispositivo maquínico.
De acuerdo.
Pero aún ahí, en esos territorios de los bordes,
hay Inconsciente ,Deseo, Goce y Libido en los pliegues y torsiones más extremos e inauditos.
Soy claro Deleuze,  en una des-territorialización y aún en el anonimato
Maquínico
sigue circulando el deseo, el Inconsciente , el goce y la libido,
y no ideales máquinas abstractas que parece que funcionan solas
por sí mismas
a su antojo , sin inter -juegos con el Inconsciente.
Así ,como por su cuenta…

La Razón Dialéctica

Foucault plantea la existencia de antagonismos no dialécticos. La Dialéctica presupone contradicciones lógicas y recurre para ello a entradas seguras, claras, idénticas y muy bien delimitadas.
La Dialéctica nada dice acerca de los “entre “, de los intermedios, ni de los pliegues , los bordes y los “entre” .Tampoco le hace caso a las curvaturas, los vacíos  ni a las torsiones.
Así reitera en soporíferas secuencias, el asunto de la Tesis, la Antí  tesis, y la Síntesis. El Yo de la consciencia ríe entonces satisfecho con la estática contradicción entre los opuestos; esa que siempre tiene un final feliz: el de la Síntesis que al Yo lo alimenta y lo engorda.

No olvidemos los ”entre” ni las “errancias”

Fluctuación, pliegue, incertidumbre, cruces, cortes y también encrucijadas, existen junto a todo eso que pensamos fijo, quieto y permanente .Yo digo que cuando dejemos de contar los monótonos emplazamientos, también nos acordemos que hay que tomar en cuenta de los “entre” ,que son tan esquivos y también de las “errancias” ,tan inquietas.

No es el del Inicio

El Inconsciente no está fijo ,
no es quieto ni manso.
por donde entremos o salgamos,
deja de ser el del inicio,
Porque se transforma y
Ya no es el mismo.

Las cosas no son las mansas ni las quietas.

El imprevisto , el azar y el accidente,
acostumbran salir a nuestro encuentro sin aviso,
sin protocolos y olvidando toda cortesía.
Irrumpen porque irrumpen.
Y son bien capaces de llevarse puestas nuestras ilusorias certezas.
Entonces nos hacen caer en inapelable cuenta,
que las cosas no son las quietas,
las mansas , las predecibles ,
las que nos esperan , ahí , tranquilas.
Tampoco las que vuelven a aparecer un poquito más tarde….
Un poquito más lejos…Las mismas.

Ya lo dijo..ya lo hizo.. ya lo fue…

Están quienes nos recuerdan ,
Cada vez que pueden,
Que alguien una vez ya lo dijo,
Ya lo hizo
O ya lo fue.
Y entonces qué ? Ya lo cerró todo ?Ya lo dijo todo de una vez y para siempre?
Cerrando bien el círculo perfecto ?
Si es social, el saber lo hacemos entre todos.
También lo andamos transformando,
Inscribiendo novedad y diferencia
a lo ya dicho, escrito y pensado.
Eso pasa con el saber.
No con los dogmas.

La Poética Crítica

Quiero que esto quede claro : por poética yo no entiendo la mansa, la quieta, la sumisa ni la alambicada.
La poética no es para mi  la diletante ,ni la distractiva. No ese esa que leés un ratito para distenderte para des -estressarte.
La poética que yo practico ,no tiene nada que ver con decir sólo palabras bellas, lindas ni bonitas., porque sobra el tiempo ; mientras que de  la realidad concreta, la importante,  se ocupan las personas serias, los que no pierden el tiempo en estupideces , porque están muy ocupados ,haciendo del mundo , una cifra que agobia con sus desmesuras.

Un elogio que no es sino desdén.

Están quienes dispensan sus elogios ante tan bellas palabras escritas. Pero lo hacen así….como diciendo, elegantemente, que ese decir no es hacer ,y que en el fondo no sirve para nada. Yo les digo que esa poética bella ,(que sé que en la intimidad ,y no en público , todo su desdén y su desprecio dedican), esa Poética les digo ,roza, usando fluctuaciones e incertidumbres, nada menos que  la Cosa Inconsciente. Esa que a los cartesianos y los euclídeos , no sé por qué  agujero o protuberancia, no sé por cuál de sus mesetas o planicies tan ordenadas  a todos estos personajes que odian a la Poesía, se les escabulle .Y casi siempre los deja así , como son  ellos, aburridos y predecibles narcisos auto-complacidos. Loros que repiten en eco las cosas dichas por otros .Porque no entienden (aunque les aseguro que inteligencia no les falta), que sin la Poética  y sin el Juego, es imposible que surja nada, pero les digo que  nada,
diferente o nuevo.

Unos cotidianos invisibles

Lo imprevisto irrumpe
tan prepotente
que logra que cobren vida,
unos cotidianos invisibles : eso que bifurca
y fluctúa,
aquello que empecinado, una y otra vez retorna,
y eso otro que no avisa
y hace  sin permiso ni protocolo, lo nuevo.
Cómo decirlo…Aquello que impropio, inverosímil o inaudito,
poco importa,
descorre el velo de un goce,
una palabra y un deseo
para volverse novedad y
hacer la diferencia
en algún otro goce,
alguna
otra palabra
a algún otro deseo.

Las fluctuaciones a Euclídeo lo marean.

“Por favor“, dice el Euclídeo, “dénme un referente”,“aunque  más  no sea, se los ruego, un punto cualquiera, pero fijo e inmóvil “.”Uno bien quietito  al que pueda yo aferrarme. “porque sino (dice sincero) me pierdo con eso de las fluctuaciones, los pliegues, las incertidumbres, las curvaturas del espacio-l tiempo“ .”Se los suplico !”. “y por si esto fuera poco , con los irreverentes rizomas”….”Asegúrenme un punto o un plano así bien quietito si puede ser, inmóvil.”  “Y no me vengan con ese inaudito punto-pliegue, capaz de hacer no sé qué absurdos dobleces y envolturas! “No  quiero un punto de los de Ustedes (me señala con el dedo).”Yo quiero (continúa) un punto común y corriente, de esos que fueron educados en la lógica de quedarse quietos y derechitos, formando fila y guardando siempre la medida, la mesura y la distancia.”
“Yo quiero (dice) que me hablen de cosas lindas. De lo contínuo y también de lo predecible. . “De esa preciosa armonía , de todo cuanto sale un día , pero sólo para volver mansito , a su punto de partida.” “Dejen de aturdirme (ahora ya grita) con eso de los agujeros…no se dan cuenta que eso mete miedo y espanta…”

La Palabra

No es bueno empobrecerla ,
acercándola a lo explicito,
lo burdo o lo consabido.
Mucho menos silenciarla.
Ella necesita que se la trate
con más cuidado
al escribirla, leerla  y pronunciarla.
Es preciso respetarle sus
pliegues, acentuaciones
pausas y vacíos.
Cuidarla entre todos, para que pueda seguir con lo suyo :
perdurar en cada uno de nosotros,,
Con sus sentidos, sus gozos , sus embelesos
Y también con sus infinitas resonancias.
Todo eso , yo les digo,
Necesita la palabra.

Un ego demasiado agrandado

Cuando uno a investigar los asuntos de la humana  subjetividad se aboca,
debe tratar de ser, de verdad, bien modesto y humilde. Quiero decir,
de bajarse a sí mismo , cada vez que  pueda, el copete.
de modo de prevenir que un  ego, demasiado agrandado
ocupe el lugar de lo presuntamente
estudiado.

Una Escritura Crítica.

Una escritura crítica
asume riesgos y hace sus apuestas.
No tiene permitido
buscar el tibio amparo
de ninguna hegemonía.
Se apropia de muchos de los saberes y vacíos que la precedieron
Algo repite, otro tanto resignifica ..Pero también  traza nuevos segmentos y abre bifurcaciones , sabiendo dejarle espacio a las líneas de fuga,  esas que sabe que  vendrán por sí solas, aunque nadie lo quiera.
También pienso que para no escribir sin timón ,como en vano y al garete,
es necesario leer , y mucho todo eso que ya han dicho y escrito las otras y los otros.
Eso es bueno, porque  ante cualquier amago de soberbia,
lo obliga a uno a bajar , muy rápido la solemnidad y el copete.

Sin  el doble sentido ni la metáfora

Rechazaba de plano jugar con el doble sentido y con la metáfora,
De tal modo que le  resultaba poco menos que imposible
escuchar y  leer entre líneas.
Se exígía a sí mismo, obtener todos los sentidos,
atendiendo a
sus referencias  inmediatas .
Empírico de los duros, odiaba las medias tintas
y todo aquello  que le sonara gris, tibio, borroso o ambiguo
Repetía hasta el cansancio
que para cada cosa, había  sólo una
palabra.
Tal vez fuera por eso
que sonara tan artificial,
tan poco creíble … tan lejana…
su habla

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