Como dos personajes en uno.

Se lo conoce y parecería que se lo sabe.
Al menos, no cesan de multiplicarse
los detalles que lo confirman.
El sentido común y la consciencia,
obligan a dar el paso que sigue, como algo obvio.
Ése que esperaría todo el mundo.
No insistir con el asunto.
Hacer el esfuerzo necesario para ser coherente y dar vuelta la página,
haciéndole caso al tip que nos dieron hace poco, fortaleciendo la autoestima y la resiliencia. Porque ya se lo entendió y se lo explicó, una y otra vez, de arriba hacia abajo.
Del derecho y el revés.Por este costado y por el otro.
Y sin embargo, a pesar de todo ,
algo insabido ,
fuerza las cosas de un modo curioso y bien distinto en Nosotros.
La creencia, la premonición, la expectativa o incluso, ,
la imagen y hasta el recuerdo
ya dados
por falsos,
y huérfanos de lógica…
…no cesaran de insistir y repetirse,
apelando a diez maneras
y veinte sombras distintas.
Empujados con más ahínco,más fuerza y más ganas.
Como si dos personajes que nada tuvieran que ver entre ellos,
hubieran encontrado una forma de lo más curiosa

de existir en simultáneo, dentro de uno.
Ignorándose activamente y en eterno conflicto.
Uno mirando y obrando para un lado
y el otro,
para otro.
«…Así hay un conflicto entre la exigencia de la pulsión y la prohibición por parte de la realidad. Pero en la práctica…no toma ninguno
de estos caminos, o más bien sigue ambos simultáneamente, lo que viene a ser lo mismo.» «A la pulsión se le permite seguir con su satisfacción
y a la realidad se le muestra el respeto debido. Pero todo esto ha de ser pagado de un modo o de otro, (porque) se logra a
a costa de un desgarrón del Yo…que se profundiza con el paso del tiempo» . (S.Freud.»La escición del Yo en el proceso de defensa».O.C.)