Fronteras invisibles.

Escrito por Eduardo M Romano el 12 septiembre, 2013

 

.





Produciendo Tiempos.

¿Acaso uno anda produciendo
todo el tiempo “presentes “
por el sólo hecho de estar en el “ahora” ?
Quiero decir, en lo que nos concierne como personas,
¿estamos asi, como al natural,
en una especie de Presente contínuo,
todo hecho de vértigo y de asuntos nuevos ?
En lo que hace a nosotros,
¿el Tiempo es siempre puro movimiento
hecho de “adelantes “ ?
O tal vez,(y aunque nos demos
mucha, poca o nada de cuenta),
también en el Presente haya lugar
para que los Recuerdos y las Memorias
vayan haciendo lo suyo …
…De modo que en nuestros contínuos Ahoras
actúen   Memorias de hechos
que sí han sido
al lado de Recuerdos de cosas que jamás tuvieron lugar,
porque nunca fueron …y  aún así , no podemos olvidarlas…
 Acaso los Recuerdos y las Memorias..

…lejos de estar quietos en un fondo…

 ¿no tendrán  curiosas formas y  extraños modos,
de irse intercalando,
(sin hacer ruido y como quien no quiere la cosa),
en todos y cada uno de estos Presentes
que estamos viviendo Ahora.?
La grieta.
Cuando la nostalgia se le instalaba,
no vayan a creer que se andaba con vueltas,
o que le pedía  algún tipo de permiso.
Quiero decir que el quiebre y la fractura
en su estado de ánimo era de lo más contundente.
Imposible de disimular y expuesto a la mirada de todos.
Entonces el más refinado sentimiento,
se volvía rudimentario.
Eso que un rato antes había sido alguna clase de elogio
por algo propio, ahora se convertia en el más cruel de los desprecios.
La melodía que hacía poquito podía escuchársela
tan llena de encanto y de armonía,
ya no era sino un ruido insoportable.
Ese brillo tan intenso que le venía de adentro
y le llenaba de vida la mirada,
en el tiempo de las melancolías,
(donde sólo parecía haber lugar
para el recuento de lo perdido),
 todo parecía transformarse en desdicha.
Y muchas cosas que parecían bastante bien articuladas
empezaban a ser perforadas,
para terminar formando  una grieta
que parecía recorrerlo todo  por adentro.

 

Sin reclamos ni pase de facturas.
No hubo pase de facturas,
ni revisión de argumentos.
No repitieron lo que ya se habían dicho.
Ni intentaron remendar lo que ya sabían que
estaba roto.
No se les cruzó por la cabeza,
a ella ni a él,
hacer esas cuentas pueriles
acerca de cuánto se había ganado
y que había quedado perdido.
Tampoco perdieron el tiempo intentando definir
si eso que les estaba pasando
acaso era el Crepúsculo….la vana promesa
de un Amanecer ilusorio….o esa clase de noche oscura
que ya no tiene retorno.
A mi me parece que fue porque se habían querido bien y tanto
que ninguno de los dos le dio la mínima oportunidad
a los reclamos ni a los reproches amargos.
Quiero decir, que a mí me parece
que porque se habían querido de verdad,
pudieron decirse adiós para siempre,
sabiendo, ella y él que ya no volverían a verse.
Qué se yo…como un modo distinto de seguirse queriendo.
Pesadilla.
Mientras dormía, en el medio de la noche,
sintió un terror inquietante,
que dada la hora y las circunstancias,
le resultaba imposible compartir con nadie.
Una especie de penumbra alucinada
se había empeñado en perseguirlo cada vez más de cerca.
A medida que todo se agigantaba y él se volvía cada vez más y más pequeño.
Creánme que era esa clase de sueños, que si a uno le preguntan,
no tiene la menor gana de soñarlos.
Para se más estricto, Pesadillas en las que uno parece tocar cierto límite siniestro…
…en donde los brazos se estiran y no pueden aferrarse más que al aire….
Sueños cargados de espanto en donde uno grita y siente que está mudo….
…o intenta pisar seguro y más se hunde…
Ni qué decirles si hay un espejo, porque o bien aparece la imagen de otro en lugar
de la de uno..o la propia, pero irreconocible y repartida.
En lugar de calor, sólo se siente frío en la frente
y sudor helado que recorre la espalda.
Pretextos.
Era de esas personas que actúan buscando alguna clase
de pretexto para animarse a hacer algo.
De modo que obraba inventándose pintorescas excusas.
Lo suyo estaba desprovisto  de ese empuje  y esa fuerza
que sólo son capaces de darnos,
los deseos que son propios y genuinos.
Créanme que esta postura le traía un problema  atrás del otro.
Porque nada de lo que pensaba, decía y hacía,
llegaba a adquirir consistencia.
Ni podía resultar más o menos creíble,
para él mismo  y para los que lo rodeaban.
Así  las cosas, era muy capaz de encender el principiode una
gran cantidad de asuntos y de historias que prometían mucho,
en las propias orejas y en las de los otros…
…pero que no cesaban de disiparse , una y otra vez
por algún desvío…o bien se quedaban quietas y sin aire..
..detenidas por completo a mitad del camino.
Fronteras invisibles.
Habían ingresado , sin habérselo propuesto de manera
conciente,
en una zona que no tenía fronteras visibles..De  ésas que
uno atraviesa sin poder darse cuenta …
Les digo esto,
porque sólo en esa clase de lugares,
puede desatarse esa tan importante
variación en el tiempo.
En la que van adquiendo más fuerza,
hasta resultar decisivas,
las características retroactivas de ciertos asuntos
que se  han vivido,
pero que fueron condenados al silencio
en nuestro mundo interno.
Entonces fue que empezaron a sentir con cierta insistencia,
que las cosas concretas que les estaban pasando
en el aquí y el ahora…les resultaban sin sustento y bastante
incoherentes, si no los ligaban con algunos antes,
que según parecía , habian emprendido su regreso.
Pidiendo cuentas por todo aquello
que en su momento resultó negado, desmentido,
puesto entre paréntesis o dejado en blanco, cerquita de una pendiente.
 No vayan a pensar que era algo sencillo.
Porque se trataba ni más ni menos que de
resignificaciones y de efectos retroactivos.
Capaces de darles un giro a muchas cosas entrañables,
dejar a la vista el reverso de varios asuntos,
 poner marcados acentos allí donde no los había…
…y hasta darle la voz a aquello que se lo mantenía
en  un estricto silencio.
Con un fragmento irrelevante , alcanza.
Existen ocasiones en las que ,
alcanza con un fragmento irrelevante,
para que el Deseo y el Fantasmase las arreglen
para enceder hacer arder con fuego
este rincón o aquella otra parte olvidada
de nuestro mundo interno.
De modo que algo que empezó siendo anodino
y sin importancia,
termina en un vértigo que nos envuelve y nos hechiza,
mientras el Inconsciente y la Razón discuten primacías,
y forjan entreveros.
Entonces algo que estaba cercano,
da un giro , que no llegamos a entender del todo.
Eso otro dado por  estable y cerrado…
empieza a llenarse delante de vacíos y de enigmas,
delante de nuestros ojos…
Y hasta el encuentro apasionado
que uno descontaba como seguro…
…puede ser que falte a la cita…porque de modo
inesperado empieza a escuchar y a darle cabida,
a esa voz de adentro…
..una que ya la tengo media vista y oída.
Que se dedica a hacer que termine rápido ,
eso que recíen estaba empezando….
o a imprimir velocidad
cosa de perderlo,
 a eso otro
que iba lo más bien sin ningún  apuro.
Equívocas apuestas.
En ocasiones parecemos movernos como si
estas razones que nos parecen mas certeras
y esos otros argumentos , que tienen aspecto
de sólidos y consistentes…hubiera que buscarlos
allá a lo lejos….al principio de donde suponemos
que comenzaron las cosas.
O bien,puede que hagamos todo lo contrario.
Quiero decir, que le cargamos las tintas y apostamos
todo a ese final
que suponemos nos está esperando inmóvil
y como una especie de consecuencia indiscutible
de todo cuanto nos ha ido pasando.
Parece que sencillamente nos olvidamos,
que muchas veces esto que nos importa
y que es capaz de involucrarnos en serio,
no tiene por qué estar
en forma necesaria,
en este peldaño último ni en aquél que pisamos primero.
Sino en toda esa otra trama
de deseos, intensidades, oscilaciones e incertidumbres
que fuimos viviendo
por los pliegues de los “entres” .
Justito por  el Medio.

 

364 Vistas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

facebook

Twitter

WhatsApp

e-mail

Linkedin

Google+

Buffer

Digg

Reddit

StumbleUpon

Tumblr

Imprimir