Escrito por Eduardo M Romano el 17 junio, 2023
Un día volvió allí, desde donde una vez había partido.
Todo estaba igual
y al mismo tiempo
ya todo le resultaba ajeno.
Por más que se esforzar,
ya no había dónde encontrar
eso que tanto buscaba : el sentido,la pertenencia y la calma.
Todos atesoramos Presentes
que poco y nada tiene ya que ver con sus propias memorias.
GIran sobre sí mismos adentro nuestro,
como si fueran asuntos ajenos.
Presentes en suspenso
que parecen jactarse de empezar y concluir en sí mismos,
despojados de anhelos ,desconsuelos y memorias.
Presentes sin nombre
que se suceden bajo la forma de territorios y rostros ajenos.
Ferozmente solos,
sin que nada de lo más entrañable,
tenga ocasión
de afirmarse
y habitar alguno de ellos
en nombre propio.
242 Vistas
Deja una respuesta