A los discípulos del neo –positivismo y de la claudicación biologicista,
les pertenece la curiosa idea de que el Inconsciente es una especie de
reservorio de reprentaciones cosa quietas y estables.
Algo así como un reloj detenido ,
que marca , inexorable, el destino de cada uno.
Entonces hacen de las zonas erógenas una mezcla de horóscopo con pegamento.
Yo les digo que el Incosnciente nace de la invención viva de cada Epoca , de cada Grupo
y cada Cultura. Y que nada tiene que ver con una especie de mónada endógena..
Anda cerca dela Historia, incierta y cambiante y no del conservador inantismo.
Esto se los digo a aquellos que andan reificando zonas, fases de la libido y goces.
Como si fueran una especie de estaciones por las que de modo natural va uno pasando, sigue su marcha
o se queda atascado y fijado.
Esta gente que les digo, hace dela Pulsión, instinto,
y da a entender quela Cultura Social es algo así
como un débito contínuo, la resta permanente a una Epoca de Oro, que ya no vuelve.
Como sosteniendo la absurda idea de quela Cultura
es algo que ala Condición Humana se le agrega al final de todo.
Como si no formara parte de ella , desde los mismos comienzos.
No terminan de salirle las cosas.
Existe una Subjetividad a la que nunca terminan de salirle bien estas cosas que encara
y esas otras que emprende.
Parece abonada a los sinsabores que forman ,
como una hilera,
para llegarle uno atrás del otro.
Si bien hace intentos por aferrarse a lo que conoce
o incluso, repite muchas rutinas como para pensar en alguna otra cosa…
Pero no hay nada que hacerle, porque el quiebre va por adentro.
Entonces se hace difícil detener el dolor y frenar las embestidas
que se van sumando una arriba de la otra.
El comienzo puede ser imperceptible.
Quiero decir, calladito , pero efectivo.
Mordaz y Corrosivo.
Para esta Subjetividad estos asuntos que les digo,
pueden comenzar un día cualquiera, con esta decepción
que dice presente por la mañana
y aparece de nuevo al día siguiente.
Eso inversosímil y aquello insensato.
Hay quienes sólo pueden articular su Deseo, obedeciendo a todo
lo que sea cruel y tenga forma de mandato.
Esta Subjetividad atormentada , lejos de pedir tregua, se esfuerza
y dobla la apuesta. Entonces se empeña en hacer todavía más cosas
para complacer a las insensateces más desopilantes.
Por más que otros les digan, ni se les ocurre salirse ,
por lo menos un poco,
de esos bordes tan estrictos que les marca el goce a la sumisión y a la obediencia ciegas.
Como dando a entender , de mil maneras al Fantasma,
que por siempre va a cumplir con sus designios y con sus órdenes.
Esto no aplaca ni arregla las cosas.
Porque cada vez surge algo todavía más inversosímil e insensato.
Es que para esta Instancia, la dócil obediencia
y el cumplidor empeño
son nada más que el comienzo
de todo lo otro que sigue.
No se sabe de una sola vez ni de un solo Modo.
Uno no sabe las Cosas de un solo modo ni de una vez sola
Quiero decir, que uno sabe y conoce por lo menos en varios lugares en dimensiones.
Que nada tienen que ver en cuanto a sus imporntas , sus lógicas y operatorias.
Cada dimensión coexiste en alianza, confrontación, o empcinada ignorancia con las otras.
Si hay un saber propio dela Razon conciente, es tamiben ese otro, tan extraño,
para el sentido común que no tiene nada de ordenado ni de coherente.
Me refiero a ese saber inaudito que se construye de aucerdo a cómo se vayan dando los bordes, los pliegues,
las transferencias y las condensaciones
propios del Deseo Inconsciente y el Proceso Primario.
Si hay un saber dela Razón, no es menos verdad que exite otro,
escurridizo que se desplaza y condensa con otros que vaya teniendo a mano.
Las tierras Extranjeras y los Tiempos Segundos.
El Inconsciente instala tierras extranjeras y tiempos segundos,
que hacen posible las resignificaciones.
El Inconsciente a lo contínuo le hace curvaturas y a una totalidad,
la pliega con nudos y dobleces.
No es nunca un asunto de uno o de dos
que se las arreglan solitos.
Siempre involucra , aunque pueda no parecerlo,
a la vida social de cada Epoco , de cada Gurpo. Quiero decir,
a las terceras personas.
El Deseo, las distancias íntimas y los Mandatos, mucho tienen que ver con eso.
También las transferencias ,
que en los asuntos mundanos, nos hacen movernos a cada rato,
y todo el tiempo,
de uno a otro lado.
Se asomó lo más que pudo.
Se asomó , cosa de ver,
lo má lejos que pudiera….
hasta dónde su mirada pudiera alcanzarle….
sus asuntos más profundos y sus cosas más íntimas .
Pero lo más extraño resultó que cuando creía internarse
en el núcleo duro y circular de sí mismo…
…nada veía.
Pero les digo que nada de nada.
En lugar de la ansiada roca viva,
que suponía segura en lo más profundo,
en ese descenso se iba encontrando con más
y más cosas que eran de otros y
que de un modo u otro , lo comprometían.
Del famoso núcleo duro del Sí mismo, al fin de cuentas,
no le fue quedando casi nada.
Sólo unos fragmentos….unas cosas pequeñas que parecían ser las
sustitutas de algo.
Les sacaba brillo cada mañana.
Cada mañana que se levantaba, las pulía y les sacaba brillo a todas
sus insignias y a cada uno de sus emblemas.
Porque de ese modo se sentia un poco más seguro.
Para andar por la vida sacando pecho ,
con la frente en alto y la voz bien impostada ante quien que tenía delante.
Pero eso sí…..trataba de tener mucho cuidado para que no se le notaran
los incontables agujeros,
las dudas interminables
y los bruscos deslices,
que se le escurrían por adentro.
Más allá del ceño fruncido
y su apariencia tan firme y solvente.
También estaba eso otro.
Ese pobre hombre
con pretensiones de perfecto…
ése que tenía una moral para echarle mano en privado…
no podía estar en paz ni tranquilo.
Porque se daba cuenta, muy a pesar suyo,
que cada vez que caminaba o aún si se quedaba quieto,
algunas cosas de las que no tenía el menor registro,
ni la más minima idea,
se le iban cayendo y era
como que adquirían autonomía.
El no podía controlarlas en absoluto.
Entonces como su sombra, no sólo lo seguía
todo eso que de él sabía y ya le habían dicho.
También estaba eso otro
que se le escurría
y de lo que no tenía la más mínima idea
.
Imágenes y apariencias.
Es imposible hacer empatía
con cosas que uno no puede imaginarse,
o que no puedan de alguna forma,
reflejarse en algo parecido a un espejo.
Que alguien fuera tan ambable de arrimar y sostener ,
hasta que podamos captarlo
para hacer el enganche.
Es que por más que uno pueda ir más o menos encaminado
con las palabras…
…créanme que las apariencias, las imágenes
y los semblantes… siguen teniendo lo suyo.
Los planos esquivos
A mí me gustan mucho las topologías y las curvaturas
que nos despabilan por un tiempo de las ilusiones y de los sortilegios,
en los que cada vez que puede,
nos anda metiendo la linea recta.
Porque nada más que con eso que nos va diciendo el sentido común,
todo de corrido y rapidito,
yo les digo que no alcanza.
Porque más lejos que nuestras intuiciones sensibles,
los entreveros enrrela Conciencia y el Sin Sentido,
tienen una lógica de lo más compleja.
No son todo lo que parecen y no se los puede capturar
de una sola mirada.
Tampoco echando un rápido vistazo.
Son juegos de planos esquivos y superficies yuxtapuestas.
Cintas que se doblan y que a veces hacen nudos.
Otras que se cortan y algunas que saben de embrollos.
Es preciso dejarse llevar un poco por sus vaivenes y sus deslices,
para poder captar algo de sus logicas,
tan movedizas como
familiares y extrañas.
Unos pasados que habitan presentes.
Es mejor deicrlo de una vez y de corrido,
cosa de tener más tiempo para lidiar después con el asombro :
no alcanza con mirar para atrás y cada vez más lejos.
Tampoco es preciso aguantar el aire ni hurgar en el abismo.
Porque en los asuntos del Inonsciente, al ladito nomás de las tramas y los desenlaces,
están los preludios y algunos de los motivos que les dieron empuje,
antes o despues de su arribo.
Uno se encuentra entonces con Pasados
que habitan Presentes
ocupando lugares que parecen de ahora.
Efectos de sentido que cruzamos con los otros.
Aquello dicho al pasar,
produce muchas veces,
unos curiosos embrollos y escaramuzas.
Como efectos de sentidos que cruzamos unos entre otros,
y que además nos atraviesan en todo momento.
Es que de eso dicho,
algo queda,
y no siempre resulta
que es aquello que nos habíamos propuesto.
Eso que una vez fue reprimido,
jamás se da por vencido.
Permanece atento y al acecho
Y aprovecha cada ocasión que se le presente,
para hacer de las suyas.
Con esto que hacemos y eso que pensamos y aquello
otro que decimos o a sabiendas o no ,
silenciamos.
El Superyó dice presente.
Unos Mandatos en el aire, demasiado genericos o artificiales…
con la forma de unos asuntos demasiado abstractos o lejanos…
no serían efectivos ni le servivían de gran cosa a la cultura social dominante de cada Epoca.
Esto Freud lo vio clarito.
Una comunidad territorial, identifictaoria , deseante y de habla,
precisa reinventar todo en cada época,
una instancia compleja , paradojal y ambigua.
Para que cada quien pueda hacerla suya y la internalice.
Entonces empiezan a aparecerle a uno estos mandatos crueles
y esas prohibiciones insensatas. Junto a aquellas otras órdenes
de cumplimiento imposible…Sin olvidar aquél otro desasosiego culposo….
…El Superýó, que aunque nadie lo llame,
siempre está ahí ,
diciendo “presente “,
atrás del cortinado
o en el centro mismo
dela Escena.
“..Por favor..Usted primero…”
Muy obendiente de las normas y en extremo escrupuloso,
educado en las artes de las reglas comunicativas. y las de cortesía.
En casi todos sus vinculos sociales , dejaba pasar al otro con un
“..Por favor…Usted Primero…”.
Reflexivo, simétrico y comprensivo,
respetaba los sintagmas y se mostraba de lo más sumiso ante cada
nuevo paradigma
que introdujera el orden de lo establecido.
Al derecho y al revés , se esforzaba para cumplir con todo lo que las nomras jerárquicas de él esepraban…
Pero entonces…Por qué esa desazón infinita ? …Y esa angustia que parecía no tener cierre?
…Y aquellos otros reproches de lo más insensatos ?
…Y toda multiplicación de autoimposiciones y castigos?
Si al Inconsciente, al Deseo, ala Libido y al Fantasma se les rehúsa entrar en juego,
créanme que resulta imposible poder dar cuenta de cosas, asuntos y entreveros
como éstos.
Unos ritulaes cotidianos.
Se comportaban como si todo estuviera bien.
Pero uno se daba cuenta que en torno
a su presencia,
se generado un clima de lo más denso…
y que en el fondo,
esa otra gente, no hacía otra cosa que ignorarlo.
Había algo de lo que hacía y decía,
que a los ojos de todos , resultaba insoportable.
Porque aunque no se lo propusiera de una manera consciente,
tenia la habilidad
hacer ruidosos y visibles,.
ciertos rituales cotidianos..unos asuntos sin importancia,
que en la vida de todos los días
pasan desapercibidos,
y nos dan pequeñas alegrías y
módicos desencantos. Cosa de
poder entretenernos y pasar el rato.
Siempre y cuando a ninguno se le ocurra exponerlos ni ,
tomárselos en serio.
El embeleso se rompe
Mientras vienen marchando, parece que no hay quien pueda frenarlas. Andan firmes y seguras. Cada secuencia sigue a la otra, cada vez que llega su turno. Todo funciona de lo lindo y da gusto mirarlo. Esto pasa hasta que se rompe el embeleso. Algo venido de lo Inconsciente es decir,de un un real como tal inaccesible, impone resistencia. Entonces el juego de ponerle a cada cosa su nombre, se frena e interrumpe.
Una captación Incosciente.
Una parte de sí , había sido certera en la captación inconsciente de la relación y el estado de las cosas que se estaban dando entre ellos. Pero esto no podía ser mirado así nomás, ni dicho del todo , por la Conciencia.
Por más que el Inconsciente había captado primero, de qué índole eran los asuntos, eso no alcanzaba ni era suficiente. Porque la Conciencia, empujada por sus Censuras, en primer lugar pidió más tiempo. Después exigió que le trajeran sutiles envoltorios blo y mejores decorados. Más tarde reclamó estas vanas promesas y esas otras garantías… ..Hasta que un día se olvidó del asunto, y empezó a prestarle atención a cualquier otra cosa.
“La liberación de lo que no tiene sentido “.
Existe un goce peculiar que proviene del juego con las Palabras, y otro muy cercano,que consiste,dice Freud, en «la liberación de lo que no tiene sentido». Claro que cuando a uno se le da por divagar, meterse en un ensueño diurno o entregarse a un fantaseo… (Todas cosas parientas de nuestro jugar de la infancia)… …Ahí está de lo más atenta nuestra crítica interna,con sus férreas censuras. Siempre lista y apresurada para cancelar, todo lo que no sea predecible, tenga rostro conocido o no invoque una razón concreta y precisa.
Unos actonteceres singulares.
A lo Inconsciente reprimido, Freud lo encara como algo vivo y activo, que determina ahora y todo el tiempo,unos aconteceres singulares. Que aunque puedan parecernos casuales, no salen de la Nada.
Por ejemplo ,existen cierta clase de vìnculos, que parecerìa que siempre terminan en lo Mismo, pase lo que pase en el medio… …Personas que viven una y otra vez , la ingratitud ajena…o arrastran traiciones de quienes creìan amigos… o que se decepcionan demasiado seguido de quienes en un principio, mucho admiraban… Lejos de de adjudicar todo esto al cruel destino o en forma exclusiva a la mala suerte, Freud detecta estas fuerzas y esos motivos inconscientes, que pueden llevarlo a uno a vivir lo igual y a encontrarse muy seguido con lo Mismo.
Las cosas pudieron haber sido muy distintas.
Aquél bien podía haber pasado como un día como culaquier otro,
sino hubieran coincidido
diferentes circunstancias,
que en si mismas,
puestas una por una,
seguro que resultaban del todo indiferentes.
Quiero decir que si fuera por ellas,
se ingnoraban unas a las otras.
Les digo esto porque existen asuntos
que las Subjetividades los atribuyen al destino
o a una necesidad propia de los hechos.
Pero olvidan lo incierto y dejan a un lado lo contingente.
Entonces, dan por sentado que esto debía pasar
de todos modos
e invocan una “necesidad de estructura “,para quedarse más tranquilos.
Es que los atemoriza la sola idea de pensar que por un “pelito” y
por una milésima de segundo,
esto que pasó,
bien pudo haber sido
una cosa de lo más disinta.
“Resarcimientos “
Algo que estuvo durante largo tiempo reprimido,
encuentra en uno que otro detalle por ahí perdido,
en algún pensar fortuito
o en un divague anodino,
la ocasión oportuna para expresarse,
claro que disfrazada y sustituída
por alguna otra cosa cualquiera.
Que empieza a adquirir a los ojos dela Conciencia,
este brillo y esas resonancias
que no merece ni uno puede explicárselas.
La forma resulta desfigurada.
Pero la convicción y la certeza permanecen firmes.
Quiero deicr, no son ilusión ni puro cuento.
“Resarcimiento “ llama Freud a la firme convicción
Deja una respuesta