Escrito por Eduardo M Romano el 17 diciembre, 2010
Un vórtice lo pienso como espacio-tiempo de cruce entre infinitas curvaturas y tangentes. El objeto está en fluctuación y transformación continuas, igual que el sujeto.
El objeto no es el objeto estático del positivismo cartesiano. Es el objeto complejo, el objeto en modulación ininterrumpida y por lo tanto en fluctuación.. No el objeto “quieto” ni a la espera de ser “recogido”” , “observado”, “disecado”, y “analizado” por el sujeto, también supuestamente idéntico a sí mismo, inmutable y en situación de dominio
Existen los vórtices de la materia, así como existen los vórtices en la subjetividad social. En cada imaginario colectivo, así como en cada historia subjetiva es preciso establecer los vórtices fuerza-sentido predominantes. Un vórtice es todo menos algo estático. Se expande, está en movimiento y traslación, : conecta, bifurca, fluctúa, arma turbulencia o genera segmentaciones y puntos de fuga .
Sólo a partir de esta fuerza-sentido en movimiento turbulento es posible detectar variaciones sensibles y cualificarlas en sus mezclas e hibridaciones y mutaciones.
Detectar el vórtice subjetivo -social de cada momento
Detectar el vortice permite cualificar el rango de variación en un acontecimiento tanto colectivo como individual.
Pasamos entonces de las curvaturas variables al foco de las curvaturas, tal como lo expone Giles Deleuze en EL Pliegue (Paidós, Barcelona).
Los cruces entre las infinitas curvaturas y las infinitas tangentes producen una densidad espacial -temporal-de fuerza y de sentido.
Un vórtice subjetivo social no se define por el punto ni por la línea recta sino por el espacio-tiempo curvo y la inflexión. Si hay inflexiones , hay pliegues topológicos dice Deleuze (op.cit.) y no formas -contenidos estáticos que derivan de causas únicas y lineales.
Los pliegues no responden a la lógica racional positivista. No son unívocos ni causales , como por ejemplo los inefables y patéticos puntos de fijación libidinal de Abraham , que también demasiado presuroso , Freud hace propios
Los pliegues son inciertos y fluctuantes , y tienen tendencia a devenir vórtices densos y cambiantes. El pliegue no es un encadenamiento erógeno, numérico ni lingüístico El pliegue no corresponde estrictamente a la serie de fases de la libido, ni a las posiciones kleinianas, como así tampoco a la cadena significante verbal. Si apelamos a la metáfora numérica , el pliegue estaría del lado de los números irracionales, como dice Deleuze y no de los racionales.
Un pliegue es fluctuante, es rizoma, es fractal.
El sujeto no es agencia, ni causa final
De modo que desde el enfoque complejo , el sujeto no es agencia , como erróneamente lo plantea Giddens ni causa final de nada. La causa de un sujeto, sea consciente de ello o no, quiéralo o no, es siempre y en todos los casos, social. Corresponde al grupo social en el que vive.
Entonces, si el sujeto no es “agencia” como lo pretende Giddens desde un enfoque a mi criterio “privatizador”, tampoco es causa final de nada. El sujeto no produce actos acabados ni cerrados en sí mismos . El sujeto individual no es condición última de clausura ni de cierre La subjetividad colectiva es la única capaz de instituir causa y perspectiva. Nadie puede ver más arriba que la plataforma que le dieron sus ancestros ni más allá del horizonte de época del tiempo histórico que le tocó vivir. Es allí donde se producen los agujeros que dan lugar a lo incierto y azaroso. Es allí donde se producen auto alteraciones y transformaciones , segmentaciones , pero también fugas y rupturas de lo dado y predecible.
Por fin pudo ver el álbum de fotos
Dice que después de tantos meses, se animó a volver a ver el álbum con las fotos de la madre. Que le dio un “no sé qué” porque ella hace esfuerzos por recordarla, ahí e, en el livin, de la casa, tejiendo cerca de la ventana y escuchando la radio, . Pero no puede recordarla bien.La imagen nunca le aparece nítida , sino desdibujada. Y eso a ella le duele. Le duele que se le vaya borrando la imagen de adentro. Por eso verla en las fotos le resultó tan impactante. Se sintió como rara. Porque no pudo mirar la imagen por mucho tiempo. No fue porque ella no quisiera. Pero al poco rato de mirarla en la foto, adentro de la cabeza se le apareció la otra imagen, esa que ella quería borrar para siempre de su memoria.. Pero no puede , porque se le aparece en los momentos menos pensados y menos oportunos .: ella de pie, frente a la cama viendo a su madre que yace muerta. Serena, en paz, pero muerta. Con los ojos cerrados, tranquila pero sin respirar, muerta.
También me dice que para ella la foto le resulta mas manejable que la imagen que se le viene de repente a la cabeza. Porque ésta tiene movimeito , en cambio la foto no. Por eso a ella le parece más “morbosa”. Aunque ella reconoce que le gusta un poco el morbo, porque a veces alquila peliculas extrañas, con algo de sobrenatural y asqueroso….Pero esta clase de morbo interno y justo con la persona más querida, no ….No se lo banca. Le da asco de sí misma, que esa imagen le venga una y otra vez a la cabeza, porque le da miedo pero no es tonta, y se da cuenta que en algún rinconcito le gusta. Ella a veces también se ve dando vueltas despacito alrededor del cuerpo de la madre, que está totalmente quieta, muy quieta. Pero la que no está para nada quieta es la imagen que se le mueve adentro de la cabeza y que ella no puede controlar. Son momentos fugaces, como flashes que le agarran. Por ejemplo, cuando alguien dice la palabra “muerte” o “morir” o “vas muerto” o “Sos un muerto” refiriéndose por ejemplo a lo mal que juega.
Tambien le pasa cuando escucha la palabra “fuiste”. A ella se le viene de nuevo la imagen de la madre . Y ella se queda como dura. Demasiado quieta.
No hay átomos ni puntos cartesianos sino vórtices-pliegues
Desde el enfoque de la Complejidad, que es el que tomo como referencia, no hay átomos ni puntos cartesianos, sino vórtices-pliegues, flexibles, elásticos y en movimiento que comprende tanto al objeto como al sujeto. No hay punto exacto cartesiano sino punto -pliegue complejo, como dice Deleuze (op.cit.)
Hacer el duelo y producir lo nuevo
Hay que hacer el duelo por el punto exacto y por la cadena significante .Hay que hacer el duelo por las representaciones originarias. No hay originario exacto. En todo caso lo originario son los pliegues de un histórico social. Lo originario es histórico y colectivo. Praxis acción-cultura. Entonces eso de las fantasías filogenéticas inconscientes y universales para todas las épocas y todas las culturas, yo no las acepto , las rechazo como un resabio de las ideas claras y puras de Kant, que nada tienen que ver con la Cosa inconsciente -pliegue-despliegue incontrolable e incontrolada, que vos tuviste la osadía de descubrir , pero que no pudiste sostener por el paradigma racionalista de tu época , querido maestro Sigmund.
Las historias subjetivas no son sino pliegues y torsiones.
Yo pienso que lo singular y lo colectivo son inseparables de los pliegues y los despliegues subjetivos y sociales.
O acaso no les parece que las historias de vida, pequeñas, y en fragmento que les presento, no son sino pliegues , torsiones, segmentaciones y cortes de emociones, sentidos, deseos y entramados sociales ?
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